Con la popularidad obtenida por la saga crepúsculo, se ha extendido poco a poco la idea de lanzar en la televisión producciones que aún basándose un poco en esta temática saben diferenciarse bastante bien. Tenemos por ejemplo el caso de la serie estadounidense The Vampire Diaries que a pesar de ir a penas en su tercera temporada ya es la favorita de miles de jóvenes y adultos.
Mientras que algunos países la conocen con el nombre de crónicas vampíricas, otros simplemente la promocionan como diarios de vampiros pero el factor común es la inmediata aceptación que despierta donde se transmite.
Elena y los hermanos Stefan y Damon se encargan de recrear escenas que incluyen desde drama, fantasía y romanticismo cuidando siempre de no caer en la exageración ni mucho menos los excesos que quitan «credibilidad».